Pies frescos y secos

Matías Aquino | Farmaonline

Las altas temperaturas, la humedad, las tardes en la pileta o en el club, son el cóctel ideal para la aparición de hongos y con ellos el mal olor.

En esta época del año, es más común que aparezcan este tipo de problemas. El calor y la humedad son el caldo de cultivo de estos organismos que hacen que principalmente nuestros pies sufran más de lo debido. Pero cautela, prevenirlos es sencillo y curarlos, con los tratamientos farmacológicos pertinentes, también.

Este mal olor, dolor y enrojecimiento de las zonas húmedas del cuerpo como pies, axilas, cabello o genitales, se da más en niños y adolescentes porque se mueven y transpiran más que un adulto, por el uso incorrecto de calzados y por una higiene inapropiada.

Para el caso de optar por recomendar los remedios tradicionales, los más eficientes son los polvos de talco. Para su utilización, hay que espolvorearlos entre los dedos, en la planta, en las medias y en el calzado. Es absorbente y elimina el exceso de sudor. Adicionalmente, tener una higiene adecuada con buen secado de zonas corporales y usar medias de algodón, pueden funcionar como prevención.

Si se opta por recomendar una opción farmacológica, hay muchas alternativas adaptadas a cada necesidad: pomadas, aceites, jabones y hasta esmaltes, con efecto antifúngico y antimicótico. De persistir el problema y aparecer puntitos, grietas o enrojecimiento en la piel, hay que acudir al podólogo, porque pueden evolucionar y contagiar otras partes del cuerpo.

¡Que los hongos y el mal olor no te arruinen el verano!

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