El protector solar ideal

Ya estamos entrando en la nueva temporada, y la primavera-verano trae consigo la necesidad de cuidarse frente a los efectos del sol. La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y es, también, el más afectado por los rayos solares. Por eso, te presentamos una mini guía de suncare que tendrás en cuenta a la hora de cuidar tu piel. 

A partir de esto es necesario tener en cuenta algunos aspectos antes de comprar un fotoprotector. 

Zona a tratar

Si bien cabe destacar que es necesario apelar a la fotoprotección todo el año, el primer paso es considerar qué nivel de exposición frente al sol tendremos y qué zonas del cuerpo estarán más expuestas. No son iguales las pantallas para el rostro o aquellas para el cuerpo ya que deben satisfacer necesidades distintas en cada área de la piel. 

SPF

El SPF es el factor de protección solar, que no se condice con la cantidad de horas de efecto del producto, como es pensado comúnmente. Cuanto más alto es el valor del factor, mayor nivel tendrá la protección brindada. Independientemente que se recurra a un SPF muy alto, si la exposición va a implicar nadar, mojarse o sudar demasiado, vamos a necesitar aplicarnos más seguido el producto. Los valores recomendados por profesionales son de un SPF 30 en adelante. 

Componente

No es lo mismo que un fotoprotector cubra de los rayos UVA, de los rayos UVB o de ambos. La clave es optar por uno de amplio espectro, que cuide nuestra piel de ambas radiaciones solares. Por otro lado, existen fórmulas reforzadas o combinadas con hidratantes como ácido hialurónico, aloe vera y calmantes de la piel. Por último, en versiones para el rostro, muchos aportan maquillaje, para utilizar como base. 

Textura

En spray, crema o serum: las texturas son varias y su uso se define en función del tipo de piel. Para las más resecas, la crema es la opción ideal que permite una penetración del tejido más precisa. Para pieles grasas, el spray puede ser una opción más amigable. Y, el serum, por su parte, es ideal para aplicar en el rostro, especialmente en zonas con líneas de expresión, ya que asegurará la fotoprotección en zonas más sensibles y difíciles de tratar. 

Con elegir un protector solar de factores altos, no basta. La clave es buscar el aliado que más se adecue a nuestras necesidades, teniendo en cuenta el nivel de actividad  que llevamos al aire libre, nuestro tipo de piel y la fórmula que requiera. 

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